Viajes y otras cosas

Ya para terminar de contar un poquito la experiencia australiana, hablaré de mi viaje a la Barrera de Coral (14-19 de Diciembre'o8).
Después de una escala en Brisbane y unas 4 horas de viaje llego a Hamilton Island, un aeropuerto pequeñito en el que vuelvo a redescubrir el clima tropical muy cálido y húmedo. Un ferry me lleva hasta Airlie Beach, punto de partida de mi primer crucero. La primera (y la última) impresión de Airlie Beach es que es un sitio completamente turístico, consiste en una calle llena de tiendas, sitios de comida rápida y backpakers. Me dirijo al mío Koala's Backpaker en donde tengo una habitación compartida con otras 5 personas. Nada más llegar empieza a llover
torrencialmente, así que allí me quedo buena parte de la tarde.
Al día siguiente me dirijo al puerto, en donde está amarrado el Siska un velero con el casco rojo que al parecer vivió momentos de gloria allá por los años 70 por ser uno de los veleros más rápidos del mundo. Nada de lujos en el interior, tanto la tripulación como la gente que sube es muy joven, así que la cosa promete ser divertida.

Empezamos a navegar por un agua azul turquesa, en la que por supuesto no te puedes bañar sin protección por el riesgo de que te pique una medusa super venenosa que te mata casi inmediatamente. Llegamos a Whiteheaven beach, que está catalogada como una de las mejores playas del mundo.
El sitio es realmente bonito, con la arena blanca y el agua turquesa, el problema es que la gran extensión de arena blanca sólo se puede ver cuando baja la marea, y el barco no puede permanecer allí hasta entonces... Nos bañamos por allí con nuestros trajes húmedos. Por la tarde fondeamos en una cala para ver el atardecer y pasar la noche. Impresionantes las estrellas.

El día siguiente comienza buceando (con tubo y gafas) por la barrera de coral. Tengo la sensación de estar en una pecera gigante con un montón de peces y corales de colores, una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Veo un montón de cosas que no sé lo que son, una pena, por si acaso no toco nada, que aquí todo es venenoso...

Atracamos en otro sitio, la gente no se anima mucho a seguir buceando y prefieren quedarse en la playa, pero yo sigo a lo mío y me encuentro con dos tortugas gigantes!! qué bonitas, además muy amistosas, se dejan tocar sin problema.
Por la tarde de nuevo en Airlie Beach desde donde cogeré el bus hacía Cairns. En las playas del norte no te puedes bañar por un lado por las medusas y los tiburones
(depende dónde puede haber incluso cocodrilos), y por otro porque son playas de piedras con algas. Así que tanto en Airlie Beach como en Cairns hay una especie de lagunas artificiales en donde se concetra toda la gente.
Después de 10 horas de bus, que pasé durmiendo en su mayor parte, llego a Cairns y a las 9 ya estaba en otro barco para bucear.

Nos preparan todo el equipo y ya en plena Barrera de Coral la primera inmersión dedido hacerla con una guía y otra chica. Espectacular, el paisaje, los peces... esta vez la guía nos escribe en la pizarra algunos de los nombres de los peces. Hay un pez Napoleón que a mí me parece gigante, y que es bastante juguetón, así que muy divertido, además hay cientos de especies de coral que hacen que cada recoveco sea diferente.

Por la tarde nueva inmersión esta vez con un chico alemán, ya sin guía, un desastre.
El tío acababa de sacarse el curso, así que nada, empiezo a hacer el recorrido que nos habían explicado en el resumen, hasta que veo un tiburón!! (eso sí que lo identifiqué perfectamente jeje) no era muy grande, no sé 1m o 1´5m pero no estaba dispuesta a pasar cerca. Estaba en el fondo, parado y mirando fijamente el coral.

Le digo a mi compañero lo del tiburón (es curioso porque cuando aprendí en el curso la señal de tiburón, más bien de cachondeo, nunca pensé llegar a utilizarla), intentamos esquivarlo pero de repente otro tiburón, y destrás otro!! consecuencia nos alejamos de allí, yo ya no tengo ni idea de dónde estamos, el alemán mucho menos... decido subir a la superficie, y veo el barco very far away... así que nos toca nadar y nadar.
Cambiamos de barco los que nos quedamos a pasar la noche, y otra inmersión. Esta vez me aseguro de que mi compañero, un sueco, tenga algo de experiencia ... después de ver los peces payaso, de nuevo tortugas, otra vez tiburones (ya me daban igual), llegamos al barco sin problema, una de las mejores inmersiones. Por la noche estuve viendo otra vez los tiburones, la verdad es que dan un poco de miedo.
Y nada otras 3 inmersiones más, en una me mordió en la aleta un triggerfish, yo no tenía ni idea de qué pez era, hasta que veo que se acerca a mí con cara de pocos amigos y mi compañero me dice algo...menos mal que se decidió por la aleta y no por mi pierna...
Volvemos a Cairns, en donde me alojo de nuevo en otro Koala's backpaker. La gente de recepción que era muy maja me busca una excursión para el día siguiente para ver superficialmente (no tenía mucho tiempo) el rain forest.
Al día siguiente cojo un telesférico hasta Kuranda, veo el bosque por debajo de mí y me quedo con las ganas de hacer un sendero... llego a kuranda en donde el número de aborígenes es mucho mayor que en otras partes y no tienen tan mal aspecto (el tema de los aborígenes en Australia es muy complejo, es realmente una lástima el estado en el que se encuentran, eso da para muchos posts en el blog,pero sobre todo para una reflexión profunda...). En Kuranda compro algo de artesanía, recorro un pequeño sendero... y cojo un tren escénico que me lleva de nuevo a Cairns, desde donde vuelo a New South Wales, en concreto a Sydney :)en donde después de mi fin de semana de despedida y las compras precipitadas el lunes por la mañana, toca el regreso a casa.
En fin... y estas han sido más o menos mis aventuras en OZ...

Recuperada ya del jetlag (me ha costado una semanita), toca volver a la vida real. Las últimas semanas en Australia fueron un poco una locura, entre el trabajo, los congresos, las despedidas y el viaje, se pasaron tan rápido que cuando me he venido a dar cuenta estaba ya de vuelta en casa.
La verdad es que me ha resultado difícil dejar el buen tiempo, Sydney una ciudad impresionante, pero sobre todo a la gente.

Adiós a la uni, con el lago y los patos que me tenían manía. La verdad es que no solía haber mucha gente por allí, la mayoría estaba en la cafetería (desde la que se podía ver el lago) en donde los lunes tenían la buena costumbre de poner la cerveza a 2$, vamos a 1 euro que con esto de la devaluación del dólar australiano es un buen momento para vivir en Australia.


El recorrido hasta el trabajo tampoco será lo mismo, aunque eran 40 min en coche me encantaba pasar por debajo del Harbour bridge y ver el skyline de la city con la bahía al anochecer, además por supuesto de las conversaciones (a veces surrealistas) con Stephen, que mejoraron considerablemente cuando era capaz de pronunciar y entender dos palabras seguidas en inglés :)


Esas fiestas en Bondi con nuestros cantantes favoritos!! el inglés allí no era necesario jeje. La playa de Bondi es muy bonita, el ambiente es muy diferente al de la city, gente bronceada con la tabla de surf bajo el brazo, socorristas con el gorrito, un montón de gente de latinoamérica (sobre todo brasileños y chilenos) y algunos españoles. La city es totalmente impersonal, asiáticos corriendo de aquí para allá y centros comerciales repletos. (He de reconocer que a mi me encantaba la city...bueno y también bondi jeje)


Pero sin duda para vivir prefería Glebe, con sus cafeterías, sitios de comida rara tiendas pequeñitas, ambiente universitario y rincones con encanto. La segunda puerta era mi casa, que teníamos barbacoa y todo en la terraza de atrás!!


Y bueno, la gastronomía australiana no sé exactamente cuál es, porque había restaurantes de todas las nacionalidades y además buenísimos. La comida tahilandesa, a pesar del picante, era de mis favoritas. PD no he probado el canguro, desde que los vi en el zoo me dieron penica y no sé...


Y nada, la verdad es que he conocido a un montón de gente majísima, desde mi compañeros de casa hasta la gente de Bondi que siempre tienes la esperanza de volver a ver...