La primera parada fue la presa Hoover, que almacena el agua del río Colorado, es a la vez la frontera entre dos estados, una mitad pertenece a Nevada y la otra a Arizona. El muro de hormigón estaba tan caliente que no lo podías ni tocar. Están haciendo un puente gigantesco, así que supongo que para evitar tener que pasar por encima de la presa.
Velocidad límite 70 millas (unos 110 km). En general todos respetan el límite de velocidad, con lo cual los adelantamientos se hacen eternos,
y luego te dan un coche con un motor de 3.5 y como muchísimo puedes correr 75 millas.
Así que al final conducir consiste en programar la velocidad límite y mover de vez en cuando el volante.
Entre moteros, camioneros, bares de carretera y tramos de la mítica ruta 66, el paisaje va cambiando, el desierto se convierte en pradera, con flores de colores y la pradera se convierte en bosque hasta que llegamos a Flagstaff.
Y al día siguiente tempranito (que serían las 9 :D) compramos unas cuantas barritas de cereales y esas marranerías en Walmart y nos dirigimos al Gran Cañón!
en concreto al lado norte que es el más visitado con diferencia. Y efectivamente allí estaba todo lleno de gente. Después de pagar los 25$ (creo recodar) para entrar al parque nos dieron un mapita y viendo las opciones decidimos que haríamos un sendero.
Nostros comenzamos a hacer la ruta Bright Angel, es la más popular, si la haces enterea puedes llegar hasta el río, pero en un día es muy difícil.
Además hay un montón de advertencias al respecto. Nosotros tuvimos suerte porque no hacía un calor excesivo.
El primer tramo de la ruta consiste en bajar y bajar, desde el borde de roca te adentras en la tierra roja, en total hicimos unos 5km lo peor fueron los 2,5 de subida jeje, pero sin duda mereció la pena.
Y el atardecer totalmente imprescindible desde uno de los miradores del rim trail.
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Venga, aprovecha el tiempo que te queda por esas tierras yankis.
Un besico Madrid-Leño.