Halloween

Hace ya casi un mes que volví de USA y tenía (bueno tengo) la intención de escribir y poner algunas fotos sobre la impresionante ciudad de Chicago, que visité en varias ocasiones, la verdad es que hice y vi tantas cosas allí que ahora va a ser difícil contarlas todas.
Pero antes un poco del Halloween anticipado que viví en Urbana. Casi desde principios de septiembre el supermercado se llenó de chucherías de colores, chocolatinas con forma de calavera, maíz ornamental y por supuesto calabazas gigantes.
Lo de la calabaza me resultaba curioso así que me uní a los compañeros de Guiomar para vaciar y decorar una calabaza, muy divertido. Luego me dio pena dejarla allí :D

Monument Valley

La última etapa del viaje al sur fue el Monument Valley, lo decidimos a última hora y la verdad es que mereció totalmente la pena, a pesar de las más de 600 millas que hicimos ese día.

Al abandonar el cutre-motel de Flagstaff de nuevo nos adentramos en la pradera y más tarde en el desierto,
pero esta vez con la arena que daba contra las ventanillas del coche. De vez en cuando había pueblos habitados en su mayoría por indios, o siendo políticamente correctos, por nativos americanos, que vendían artesanía a la orrilla de la carretera.
Y con este viaje se hacía realidad la idea de lo que a siempre había pensado que sería un viaje por el oeste americano, conduciendo por las carreteras del desierto,
llegando a cruces polvorientos, atravesando pueblos de una sola calle en donde nunca falta el McDonald y en la radio Hotel California, Born to be wild, Sweet home Alabama...
Y así llegamos al Monument Valley, con estas curiosas formaciones de roca-arena roja que impresionan de cerca. En realidad es un parque que está gestionado por los indios navajo. No teníamos mucho tiempo así que sólo dimos un paseo con el coche parando aquí y allá.
Cuando estábamos ya casi volviendo vimos un cartelito que en teoría indicaba dónde había sido rodada la primera escena de Misión Imposible... total que decidimos echar un vistazo, pero claro la idea de la roca de la primera escena no la teníamos muy clara, con lo cual podría ser cualquiera... y así dimos unas cuantas vueltas por las carreteras del parque hasta que el asfalto terminó y empezó un camino.
Según el GPS había otra carretera a unas 5 millas así que continuamos por el camino. Al principio sin problema, pero poco a poco el camino se convirtió en una pista de arena, igual que la de las dunas que teníamos al rededor.  Conseguimos pasar las 5 millas hasta llegar al cruce que decía el GPS, pero oh sorpresa, no era la carretera principal, era otro "camino" desierto total, y la carretera estaba a otras 5 millas más... volver atrás era complicado así que arriesgamos.
Y yo que me he quedado atascada en el barro hasta con un quad, pues cómo no probar la experiencia de quedarme atrapada en medio del desierto del Monument Valley, sólo que esta vez no estaba mi padre que siempre me salva de estas cosas...

Y allí estábamos a una milla de la carretera principal, sin poder salir de la arena, además como el coche es automático con control de no sé qué, cuando nota que patina para de girar. Puse en práctica todos mis conocimientos adquiridos con la experiencia :D: las alfombrillas, piedras con plantas, excavación... pero nada estábamos hasta arriba de arena (el coche y nosotros). Además es una arena super fina que se mete en todos sitios, en el coche nuevo nuevo había arena hasta en la guantera, en las marchas, en la máquina de fotos... Hasta que al final llegó nuestro salvador, Jason, un indio navajo super alto que con su pick-up nos arrastró hasta la carretera con una cadena.
Y desde allí el largo camino de vuelta a las Vegas por una carretera impresionante de Utah, de nuevo praderas, montañas rojas, panorámicas del Monument Valley...uno de esos sitios en donde el mundo parece inmeso y tú te sientes pequeñito.
Y justo al cruzar la forntera con Nevada los primeros casinos, desierto y de repente el inmenso halo de luz de las Vegas y un poco más tarde millones de luces en medio de la nada, la otra realidad.


Gran Cañón

El Gran Cañón era el principal objetivo de nuestro viaje, así que dejamos la locura de las Vegas, alquilamos un coche, nuevecico, no tenía todavía ni la matrícula, y empezamos a hacer millas.
La primera parada fue la presa Hoover, que almacena el agua del río Colorado, es a la vez la frontera entre dos estados, una mitad pertenece a Nevada y la otra a Arizona. El muro de hormigón estaba tan caliente que no lo podías ni tocar. Están haciendo un puente gigantesco, así que supongo que para evitar tener que pasar por encima de la presa.
Carretera del desierto, nada a la derecha y nada a la izquierda, una recta infinita en medio de la aridez completa. Algunos cáctus aquí y allá. Algunos tramos son verdaderamente parecidos Almería.
Velocidad límite 70 millas (unos 110 km). En general todos respetan el límite de velocidad, con lo cual los adelantamientos se hacen eternos, y luego te dan un coche con un motor de 3.5 y como muchísimo puedes correr 75 millas.
Así que al final conducir consiste en programar la velocidad límite y mover de vez en cuando el volante.
Entre moteros, camioneros, bares de carretera y tramos de la mítica ruta 66, el paisaje va cambiando, el desierto se convierte en pradera, con flores de colores y la pradera se convierte en bosque hasta que llegamos a Flagstaff.
Y al día siguiente tempranito (que serían las 9 :D) compramos unas cuantas barritas de cereales y esas marranerías en Walmart y nos dirigimos al Gran Cañón! en concreto al lado norte que es el más visitado con diferencia. Y efectivamente allí estaba todo lleno de gente. Después de pagar los 25$ (creo recodar) para entrar al parque nos dieron un mapita y viendo las opciones decidimos que haríamos un sendero.
La primera vez que ves el cañón es impresionante, pero no sé por qué me lo imaginaba de otra manera, lo primero es que el río no se ve desde casi ningún punto, y cuando se ve está lejísimos porque el cañón es super alto. Es como estar en la cima de una montaña muy escarpada, desde la que se intuye un vacío y en frente otras montañas igual de escarpadas con capas y capas de roca, la verdad es que es impresionante. Pero está todo muy "organizado" hay unos autobuses gratuítos que te llevan de mirador en mirador. Mucha gente hace sólo eso, y así puedes recorrer todo el borde del parque, pero no ves nada más y no "vives" el Gran Cañón. Sin duda si volviera a ir haría acampada, de noche las estrellas son espectaculares y además te da tiempo a hacer una ruta más larga.
Nostros comenzamos a hacer la ruta Bright Angel, es la más popular, si la haces enterea puedes llegar hasta el río, pero en un día es muy difícil. Además hay un montón de advertencias al respecto. Nosotros tuvimos suerte porque no hacía un calor excesivo.
El primer tramo de la ruta consiste en bajar y bajar, desde el borde de roca te adentras en la tierra roja, en total hicimos unos 5km lo peor fueron los 2,5 de subida jeje, pero sin duda mereció la pena.
Y el atardecer totalmente imprescindible desde uno de los miradores del rim trail.

Las Vegas

Hacía más de una hora que sobrevolábamos el desierto, habíamos dejado atrás Chicago con las vistas del Lago Michigan, las cuadrículas perfectas de los campos de maíz, el río Mississipi y ahora lo único que se veía desde el avión era una gigantesca extensión de tierra seca con algunas
montañas aquí y allí.

Poco a poco la tierra se vuelve rojiza y aparece el río Colorado, rodeado de caminos de tierra que no parecían ir a ninguna parte. A pocos kilómetros de la ciudad, el enorme pantano de la Presa Hoover. Y allí en medio del desierto se ven finalmente los famosos casinos, los únicos edificios altos de la ciudad. Donde el asfalto termina comienza directamente el desierto. Y ya en el aeropuerto las primeras máquinas tragaperras.
Llegamos por la tarde y la temperatura era de unos 40 grados, los mismos que hacía todavía a las 12 de noche. El hotel estaba muy bien situado cerca de la Strip (la calle principal de las Vegas donde están todos los casinos famosos) y en comparación con los moteles de carretera en los que habíamos pasado otras noches éste era de superlujo.

Tras un corto paseo de repente nos encontramos en frente del Bellagio, a un lado el París y al otro el Flamingo. Las Vegas neón y limusinas, lujo falso y verdadero, imitación de todo lo imitable.
Yo en mi vida había jugado a una tragaperras, ni a la ruleta, el black jack es un misterio para mí pero bueno si había que probar suerte en algún sitio el Bellagio era una buena opción, más por hacer la gracia que por otra cosa...
Y después de intentar averiguar cómo funcionaba lo de la ruleta (que no es tan fácil como parece) apostamos por lo seguro, rojo o negro. Y así ganamos 20$ que perdimos a los 5 min. Con las tragaperras no fue mucho mejor... pero bueno a 1 cent la jugada tampoco puedes esperar hacerte rico :D. Un mundo totalmente nuevo y ajeno con ancianas japonesas de mirada de póker, chicos que apuestan 300$ a un número, los pierden y ni se inmutan, camareras con vestidos imposibles...

Los casinos son mini-ciudades por dentro, tienen el hotel, el casino y luego un mundo de tiendas, exposiciones, restaurantes, fuentes, espectáculos... En el Bellagio está la fuente de chocolate más grande del mundo junto con la famosa fuente de la entrada (la que se ve en CSI ;)) en donde el espectáculo de chorros de agua de 100m con las luces y la música es una pasada.
Pero las Vegas no sólo se vive de noche, por ejemplo en el gigantesto Cesar Palace hay un lujoso,  centro comercial en donde se puede pasear por las calles de cartón piedra de Roma bajo un cielo azul con pequeñas nubes en un eterno atardecer perfecto. Es extraño, sabes que estás dentro pero parece que estás fuera.

Lo mismo sucede en Venecia, en donde los recién casados hacen cola para pasear en una de las Góndolas que recorren los canales del edificio, comer una pizza en Piazza di San Marco o comprarse una máscara veneciana.
Y esa es la ciudad irreal, la otra, la de verdad está sólo a unas calles de la Strip, con la basura, los mendigos, los anuncios de prostitutas y los viejecitos que entran a los casinos más modestos esperando un golpe de suerte.

Agosto en USA

Tengo bastantes aventuras pendientes que contar, el mes de agosto ha dado mucho de sí aunque fundamentalmente se puede dividir en tres etapas que ya contaré más detenidamente:
1- Cedar Point con las mejores montañas rusas y los Grandes Lagos con las > 50 picaduras de mosquito, los atardeceres perfectos y los baños en el Lago Michigan con Chicago a lo lejos. Esto ya lo conté, aunque añado que también estuvimos en Ann Harbor (Michigan) que es donde comienza la peli los "hombres que miraban fijamente a las cabras" es que he visto hoy la peli...
2- Chicago, fin de semana largo en la ciudad del viento, vista desde todos los ángulos: desde un rascacielos, desde el Planetario, desde el Lake Shore (el paseo que recorre el lago Michigan) tanto al norte como al sur y sobre todo desde dentro. De noche y con un poco de neblina es Gotham City en Batman: Caballero Oscuro.
3- Las Vegas, Gran Cañón, Monument Valley: 1100 millas de bosques, acantilados, praderas cubiertas de flores, desierto de todos los colores, dunas, casinos, luces, senderos, lagos. Una experiencia inolvidable.

Y como siempre aquí en la pequeña Urbana-Champaign, con las pequeñas "aventurillas" cotidianas...

Las semanas van pasando en la tranquila Urbana-Champaign, solo que ahora acompañada es más divertido. Muchas veces me siento como en verano azul, pero sin  la playa,  yendo con la bici al parque del lago, a la heladería, al supermercado :D
Pero claro estando aquí quiero aprovechar para conocer más de yankilandia a parte de la universidad. Lo más "famoso" que hay cerca, a parte de Chicago al que ya he hecho una visitilla y al que espero volver en breve más detenidamente porque es espectacular, son los Grandes Lagos. Así que alquilamos un coche, bueno al final nos dieron un gigante Dodge 3.5 y nos dirigimos a Ohio en donde a orillas del lago Erie está Cedar Point, el parque de atracciones elegido consecutivamente 12 años como el mejor parque de atracciones de mundo!!! con algunas de las montañas rusas más espectaculares. Después de atravesar infinitos campos de maíz con graneros como los de las pelis, comer en restaurantes de carretera hamburguesas con batidos y conducir unos 800km (con una velocidad máxima de 70 millas, menos de 120 km :S) llegamos a Sandusky. El viernes experimentamos el verdadero turismo americano, haciendo cola en los "roller coasters" y yo que los tenía que probar todos, al menos los que en el mapa decía que eran los más emocionantes, allí estaba correteando de un lado para otro. El más impresionante  fue el Top Thrill dagster (hay un montón de vídeos en youtube

El sábado cruzamos Indiana hasta el lago Michigan haciendo algunas paradas en pueblecitos interesantes y el domingo estuvimos en el Indiana Dunes Lakeshore Park, un parque de dunas a orillas del lago Michigan entre una central nuclear y una acería. Es exactamente igual que una playa con la arena, las gaviotas, las olas, el faro... pero con el agua dulce. El lago es inmenso, en la parte más estrecha se ve al fondo el skyline de Chicago y el atardecer es espectacular. Y aquí estoy de nuevo con unas cincuenta (tirando por lo bajo) picaduras de mosquito...

Qué es mi cumple!


El sábado con mi reducido, aunque muy agradable, círculo social estuvimos cenando en un sitio en el centro de Champaign, y cuando estábamos sentados en una terracita comenzó una tormenta gigante (para variar) que nos obligó a bañarnos hasta la parada del bus, todos con el paragüas del revés :D

Hoy he recibido un montón de felicitaciones virtuales, muchas gracias a todos!! Y hasta he soplado las velas virtualmente...
Así interesante interesante no es que haya mucho que contar, el Instituto Beckman donde trabajo es un edificio gigante y super lujoso, a excepción de las salas de becarios, que consisten en unos cubículos interiores con un olor fortísimo a moqueta, así que normalmente la gente pasa por allí lo imprescindible y luego trabajan desde otro sitio...

Casi todos los días voy en bici a la universidad, está genial ir por la acera entre la carretera y las casitas, porque en casi todas las calles hay árboles gigantes. Y muchas veces hago excursiones hasta algunos de los numerosos parques que hay en Champaign- Urbana. Creo que leí por ahí que es una de las ciudades con más parques de USA :O


Eeeee que tengo que añadir que he tenido una fiesta sorpresa!!! con tarta, el cumpleaños feliz, las mañanitas, regalos, hamburguesas y sobre todo buena compañía.

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