Durante la semana no tengo mucho tiempo para ir al centro, así que los viernes me gusta salir a pasear por los rincones de Roma en donde siempre encuentras algo nuevo que te sorprende: una fuente, una plaza, unas ruinas, una nueva perspectiva...
Pero entre el trabajo y que el tiempo libre lo dedico a hacer cosas, se me están acumulando las visitas para contar...

El sabado decidí ir a Orvieto, un pueblo a una hora en tren de Roma, llegar a un sitio en transporte público puede llegar a ser una odisea, pero bueno, eso es otra historia. El caso es que llego a este pintoresco pueblo y por supuesto estaba diluviando!!!
Orvieto, habitado ya en epoca etrusca, está construido sobre una meseta desde la que se controla todo el valle. Su estratégica posición hizo que los etruscos empezaran a construir pozos para poder llegar al agua y asi poder sobrevivir en caso de asedio, de los pozos se pasó a construir galerías en parte para ganar espacio de almacenaje, en parte para obtener “tufo” un material de construcción. Y más tarde algunas de estas “cuevas subterraneas” se utilizaron como lugares de trabajo, por ejemplo había una almazara.
En otra parte de la roca lo que construyeron bajo tierra son columbarios, de manera que en caso de asedio se pudiera tener acceso a algunos viveres, y es que los últimos siglos Orvieto era el lugar destinado al refugio del Papa. La conclusión es que hay un sinfín de habitáculos y galerías subterraneas excavadas durante casi 3000 años de las que sólo son visitables una mínima parte. Como estaba lloviendo esta fue una visita obligatoria.
En cuanto al pueblo es muy bonito, lo mas significativo es la catedral que es de rayas blancas y negras y que tiene una fachada muy chula.
Cuando consideré que ya tenia los pies lo suficientemente mojados y que me había comido los helados correspondientes (buenisimos por cierto) volví a coger el funicular que te lleva desde el pueblo a la estacion.

Villa Adriana

El dia de san Pedro y san Pablo es fiesta en Roma, asi que este finde ha sido un poquito mas largo, y el lunes estuve en Tivoli para visitar Villa Adriana, un sitio realmente sugestivo.
Se trata de una villa gigante que se construyo el emperador con el palacio, los teatros, las termas y un monton de edificios, actualmente solo quedan ruinas de todo pero mola un monton porque puedes pasear por todos sitios sin restricciones, es como un parque gigante con olivos y otros arboles y en medio de todo se encuentran los distintos edificios.


Todo iba muy bien hasta que de repente se empezo a nublar y comenzo una tormeta
impresionante con lo cual acabe totalemente empapada, pero bueno fue divertido...ir en el tren con la ropa y el pelo mojados no lo fue tanto pero en fin... cosas que pasan.

Da lo mismo estar en Italia o en España el caso es que el finde siempre acaba lloviendo, así que opté por quedarme por Roma y conocer algunos sitios nuevos.

El viernes tras un paseito por san Giovanni (un barrio de Roma), fui a cenar con mi compañero de piso, que, casualidades de la vida, también trabaja con ontologías en la Politécnica de Madrid, a una de las pizzerías más famosas de Roma, Baffetto, y después de una cola de 40 min pude probar una pizza de "fiori di zucca" (creo que se escribe así) que es flor de calbacín, estaba muy rica, aunque los camareros no se caracterizan por su simpatía.

El sábado por la noche hice una visita guiada un poco freaky jeje, que consistió en un recorrido por algunos de los obeliscos de Roma mientras iban explicando cuáles eran originales y cuáles no, quién los había traído o mandado construir, qué simbolizaban... Fue curioso, a parte que la gente que iba en la visita eran romanos, así que nos enseñaron algunos sitios menos turísticos.
Y el domingo estuvimos en Sant'Agnese fuori le mura una iglesia que hay cerca de donde vivo y que tiene unas catacumbas que están muy chulas y el mausoleo de Santa Constanza que está al lado, muy bonito también, sobre todo los mosaicos del techo.
Ah y también en el parque de Villa Tornolia que era una de las casitas de Mussulini.

Tutto bene

El lunes llegué a Roma sin mayores complicaciones, me lancé a la aventura y cogí un tren y luego un bus con todas mis maletas hasta la casa de una chica con la que ya había contactado desde España (grazie mille! Cris y Ale). Y aquí me quedé.
Es un barrio de estudiantes, la ventaja: que no es nada turístico con lo cual estoy experimentando la aunténtica vida romana, con los kioscos de fruta por la calle, las heladerías de barrio y esas cosas, además está muy cerca de la universidad (en bus) y a unos 25 minutos del centro, de la Piazza Barberini en concreto.
La desventaja, pues eso que no estoy en el centro...
Si es que no me creo que esté en Roma, y eso que ayer estuve dando un paseo por la Plaza de España, la Fontana di Trevi y callejeando un rato, no me llevé ni el mapa. Y no es por ser mala, jeje pero me hacían gracia todos los turistas corriendo de un lado para otro intentando aprovechar al máximo el tiempo, no sé es raro... Bueno yo aprovecharé para conocer los rincones con encanto menos turísticos... a ver si los encuentro.
El idioma no está siendo un problema, ayer hablé casi todo el día en inglés y fue un rollo, pero hoy he empezado a hablar mi italiano-español que más o menos se entiende.
En cuanto a los helados, por el momento mantengo una media de dos al día, pero creo que puedo superarla, además hace un calor impresionante.

Arrivederci Murcia

Como parece que lo de echar la moneda a la Fontana de Trevi funciona, aquí estoy, haciendo de nuevo la maleta, mejor dicho, las maletas...Menudo lío que llevo!
Entre las múltiples despedidas (muchas gracias a todos!) bodas y comuniones ha llegado el momento de irme y:
1- No tengo casa. Aunque eso sí en el proceso de búsqueda me conozco ya perfectamente Roma desde el google maps :), además controlo el vocabulario de "alquiler" junto con algunos insultos en italiano que he añadido a mi repertorio jeje. Grazie a tutti por la ayuda prestada y por enriquecer mi vocabulario ;).
2- ¿De dónde ha salido toda esta ropa? No me cabe en las maletas!!!
3- Estoy nerviosilla, creo que eso es culpa de los puntos 1 y 2 junto con la incertidumbre de ir a un laboratorio de informática en donde se preguntan exactamente qué quiere hacer allí una lingüista...

Pero bueno, no me quejo, que mañana, mejor dicho hoy, me voy a Roma!!!

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